Esta historia
viene de una magnífica fotografía
de MIRO SLAVIN
que se llama "Heat" y está hecha en Cuba:
Imagen de Miro Slavin |
José Victoriano me decía siempre que me quería “como la carretera” y
ahí me quedaba yo, embobada, colgando de sus palabras porque no sabía
muy bien cómo interpretarlas. Él decía que era un hombre de mundo y yo
una descarada. Me había criado en una caja de zapatos y mi vocabulario
era tan extenso como el que cabía en las calles de mi barrio.
José Victoriano me dijo un día que me subiera a su coche. Como no
tenía nada que perder porque ya una vez lo había perdido todo, solté una
carcajada, me senté a su lado y nos largamos.
José Victoriano me dirá un día que me case con él. Yo lo sé porque la
otra mujer, la guapa, le grita siempre. Él se calla y está claro que no
la quiere porque lo leo en sus ojos cuando después viene a verme a mí
al sótano y me pega hasta que dejo yo entonces de gritar…
Esta historia se la dedico
a Jose, mi amigo de alma-gemela.
Sobre todo porque sé que
la fotografía la eligió él.
A veces una larga carretera sin un destino fijo puede ser la mejor solución... Simplemente hay que quererse y sentirlo dentro. Formidable. Your baby. T.Q.
ResponderEliminarUna carretera siempre da mucho que pensar, siempre da para mucho...! :-) Mil gracias, Anónimo :-*
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