Esta historia me la despertó Inés Vílpi, una ilustradora... ¡¡¡como un elefante de fantástica, como el Himalaya, como el Big Ben!!! Aquí os la dejo "enlazada", para que podáis disfrutar de su maravilloso trabajo. ¡Miles de gracias, Vílpi!
Ilustración de Inés Vílpi |
Me fijé en él y estaba despeinado como un
plumero.
Me fijé en mí y estaba repintada como una
mona.
Nos fuimos así a hacernos fotos a un
fotomatón, para que el momento aquel de suerte compartida se quedara dibujado
con un velo brillante en una tira de cartulina.
Se sentó en el taburete verde que daba
vueltas y yo en sus rodillas. Le conté de reojo que me dormía pensando que la
suerte era un abrigo escarlata al que le faltaba un botón porque así lo había
leído en algún libro.
No. La suerte, me dijo susurrándome en la oreja, es una bala, una palabra, que te
pasa rozando el corazón.
¡Flash!
La suerte, le disparé, es verte todos los días sin tenerte delante.
¡¡Flash!!
La suerte es ser permeable y que a uno no le
resbale nada. Tener la piel de papel absorbente… Ay, cuando te alejas, se me
cala hasta el alma.
¡¡¡Flash!!!
La suerte es poder escucharte y que tu voz me
encoja y arrugue el corazón como un hueso de aceituna. Es poder rozarte y que me
recorra el cuerpo una descarga eléctrica de alto voltaje.
¡¡¡¡Flash!!!!
La suerte es el botón que me has robado de mi
abrigo rojo.
Salimos.
Al ratito, en la tira de cartulina que
escupió la máquina, había tan solo una palabra de cuatro letras.
Y al final, a pesar de saber lo que era la
suerte, me quedé sola…
La suerte son todas esas cosas y más, que van sucediendo en cada uno de los flash de la vida. Sencillamente vibrante!!!
ResponderEliminarYour baby
Gracias, amigo anónimo!!! Me haces sentir afortunada! ;-)
Eliminar