sábado, 26 de noviembre de 2011

EXPERIMENTOS CON EL NÚMERO PI

3,14159265358979323846... Cada palabra de cada micropensamiento tiene tantas letras como cada dígito en el número Pi y en el orden en que indica el número... Es sólo un experimento, inspiración de la Universidad de Alicante... :-)

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Uno y tres y siete… recontaba el dinero fuera del cajón… cerrando recuerdos siempre adornados con un ala amarilla… rota… suelta…

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¡Una y otra y venga! ¡Vayámonos en barcas lejos del calor! ¡Corramos, melenudos tristes, apretando con un ojo encogido azul oscuro!

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Ana o Pili… o Luisa… esperando la salida… puede que nunca terminen… esperando alegres… brindando por mi luz estúpida… Nada decido.

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Veo a Rita y canta descarada un sonido largo que puede recordar misterios lejanos, destellos sin su ser, palabras casi ciegas.

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Ala o pico… y… ¿luego? Removerlo de manera suave, sin prisa, poniendo calurosos abrazos pajareros con la sal esperada pero medida.

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martes, 8 de noviembre de 2011

ANIMALIA


Si yo fuera una paloma, no me posaría en un montón de sitios… pero eso a las palomas les importa un bledo.

Si yo fuera un león, no me comería ciertos animales… pero eso a los leones les importa un pimiento.

Si yo fuera un elefante, no me bañaría en algunos ríos… pero eso a los elefantes les importa un pepino.

Si yo fuera un pavo real, no expondría mi cola en ciertos lugares… pero eso a los pavos reales les importa un comino.

Si yo fuera un caracol, no cruzaría algunos caminos… pero eso a los caracoles les importa un pito.

Si yo fuera un humano, no soltaría tantas cosas por mi boca… pero eso a los humanos les importa un carajo.

Por eso, ahora que tengo patas de paloma, dientes de león, trompa de elefante, cola de pavo real, babas de caracol y boca de humano, me voy a posar allí en lo alto donde pueda ver a los leones comiéndose las babas de los caracoles que marcan el camino al río donde se baña la orgullosa trompa de un elefante que se pavonea enseñando su cola a multitud de animales que están esperando su suerte y gritando, como si fueran hombres desnudos, ante las fauces de una triste paloma…