martes, 20 de diciembre de 2011

FUNANBULISMO


La encontró paseándose por el borde de su vaso de cristal. Se había puesto las zapatillas de bailarina y hacía piruetas imposibles con la luz apagada.

Le dijo que siempre había estado a punto de cogerla de la mano, tirar de ella hacia fuera, para que saltara a su vacío. Le contó que desde hacía un infinito, intentaba mover las baldosas de la casa para hacerle perder el equilibrio. Le confesó que en el momento de conocerla supo que ya no habría forma de despegar el punto de vista de su falda de tul… Todo esto se lo dijo con un hilo de voz tan fino que apenas alcanzó los extremos de las cintas que colgaban de sus pies de acróbata. Aún así, ella sintió sus palabras que se fueron devanando al revés por su figura. Se detuvo en un plié desatinado y se dejó caer como una serpentina.

Le dijo que siempre había estado a punto de dejarse coger de la mano para que tirase de ella hasta su vacío. Le contó que desde hacía una inmensidad, intentaba perder el equilibrio cuando se movían las baldosas de la casa. Le confesó que en el momento de conocerlo supo que ya no habría forma de despegar el punto de vista del ala de su sombrero… Y todo esto, se lo dijo con una hebra de voz tan delgada que se fue enredando en sus brazos de malabarista saltimbanqui para siempre…