domingo, 10 de febrero de 2013

Y SIGO SIN ENTENDER NADA



La vida puede llegar a dar tal cantidad de vueltas que ni uno se imagina. ¿Quién hubiera podido decir que íbamos a terminar así aquí sentados, junto a los espejos? Aunque no me atrevo siquiera a usar la palabra “terminar” porque ¿quién no me asegura a mí que esto no sea más que otro principio?



Ayer nos contaron que unos tipos bastante impertinentes habían estado echando fotos a los que estábamos haciendo equilibrios en las vigas.



Que alguien se había sentado en tazas de té gigantes y reía como una matraca vieja.



Elefantes de colores querían alcanzar la mecedora mientras cientos de caballos de ojos mate nos movíamos estáticos persiguiendo tigres, cisnes, cerdos y gacelas atravesados por barras de metal brillante y grasiento.



Cuando vuelvan los demás chicos, vamos a ver si los convencemos para que suelten los peces.



Tienen escamas de plumas y nosotros agallas de pulmón porque es más fácil volar con aletas y caminar sin pies.



Aún así, la vida da demasiadas vueltas. Basta con que el de la cabina apriete de nuevo el botón y empezamos a girar al compás de esta musiquita machacona y pegadiza que nos eriza los pelos de cartón piedra.




Este texto nace de una ilustración
de mi muy querida confabuladora
¡Visítenla!
Hombres-pez de Inés Vilpi




5 comentarios:

  1. Siempre es el principio cariño, siempre empezamos, es una rueda que avanza, es un tango que comienza a sonar, por eso me pregunto: ¿dónde está el final?
    Brillante
    Te quiero

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, amigo tanguero, por tu comentario :-) Las ruedas tienen principio y fin???

      Eliminar
  2. La vida, la que se vive sin barra atravesada(o no brillante al menos), tampoco es mucho más que eso, Mo.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  3. maravilloso, me gusta ver como Vilpi le dá el giro a la foto de Hine, y tu la transformas en un tiovivo, al fin y al cabo, como la vida misma...

    precioso M0,

    ResponderEliminar
  4. por cierto yo también te quiero

    ResponderEliminar

Me gusta que me dejes un comentario... o dos... o tres... o más!